Datos biográficos
Isabel Michelena Somacarrera
Isabel Michelena Somacarrera, conocida por su familia como «Uca», nació el 21 de mayo de 1920 en su hogar familiar de la localidad de Sierrapando, en la comarca de Besaya. Fue el quinto nacimiento de su madre, María Luisa, oriunda de Hinojedo, formando parte de una familia numerosa y arraigada en la región. Desde sus primeros años, Isabel fue testigo de la vida rural en una familia profundamente involucrada en la ganadería lechera y el cultivo de tierras.
La infancia de Isabel transcurrió en un entorno modesto, con «muy pocos juegos y juguetes», compartido con sus nueve hermanos y hermanas. Asistió a la escuela de Sierrapando, situada a 1,5 kilómetros de su hogar y cercana a la capilla del Carmen, donde fue alumna de varias maestras, entre ellas doña Anita y Gabriela.
Desde que “tenía uso de razón”, Isabel se vio inmersa en las responsabilidades del hogar, como buscar agua, lavar ropa en el regato del río Cabo, cuidar las vacas, repartir leche a particulares en Torrelavega, atropar el verde y vender los excedentes de la huerta en los mercados locales. Con solo 14 años, logró ahorrar «real a real» para adquirir una bicicleta fabricando cables de freno para bicicletas en el negocio de Vicente Trueba. La Guerra de España, que vivió a los 17 años, dejó una profunda huella en su vida, con bombardeos en el monte, la quema de la iglesia local y la muerte de su hermano mayor a causa de una herida sufrida en combate.
Durante su juventud, Isabel continuó con sus labores diarias y se formó en costura, especializándose más tarde en bordado. A los 33 años, tras haber compartido bailes en varias romerías, se casó con su vecino, Agustín Cayón, en la ermita de Sierrapando. Los primeros años de su vida matrimonial los vivió en la casa de la familia política en Zurita, donde convivió con sus suegros durante dos años.
La economía familiar se sustentaba con la cría y venta de ganado vacuno, así como la venta de leche a empresas como Collantes. Al año de casados, Isabel y Agustín tuvieron un hijo y, poco después, una hija. Con el paso de los años, la familia creció con el nacimiento de dos nietas y una bisnieta.
Admite que a lo largo de su matrimonio, se distinguió por su visión emprendedora, tomando decisiones importantes para el bienestar y el futuro de su familia, como la compra y gestión de propiedades y la organización de las ventas de ganado. A los 50 años, motivada por la necesidad de facilitar los desplazamientos de su hija durante sus estudios, decidió obtener el carné de conducir. Empezó al volante de un R-8 y, durante casi 40 años, la conducción se convirtió en un símbolo de su independencia, además de una muestra de compañerismo con la vecindad, a quienes llevaba a menudo a donde necesitaran.
Isabel vivió la pérdida de su hijo y, tras casi 50 años de matrimonio, también sufrió la muerte de su esposo a los 88 años. Luego de siete años viviendo sola, se mudó a Torrelavega, donde residió durante casi una década. Durante este tiempo, participó en algunos cursos ofrecidos por el Ayuntamiento y aprovechó para compartir más momentos con su hija y su familia.
Con el inicio de las restricciones por COVID en España en marzo de 2020, Isabel regresó a su hogar en Zurita, donde sigue residiendo hoy en día. En reconocimiento a su longevidad, ha sido homenajeada en dos ocasiones, en 2019 y 2024, en la fiesta ‘del abuelo’ organizada por el Ayuntamiento de Piélagos. Aunque este reconocimiento la llena de satisfacción, también admite que “ya enfrenta desafíos, especialmente en su vista y movilidad, que han comenzado a complicar su día a día”.
Hace cuatro décadas, Isabel puso en orden sus asuntos con la seguridad social y dejó atrás la vida laboral. Hoy, a sus 104 años, pasa sus días en la tranquilidad de su hogar, disfrutando de su propio espacio mientras teje mantas para los suyos, una actividad que la llena de satisfacción. Al recordar su largo camino, lo define de forma sencilla: días buenos y otros regulares, pero en conjunto, simplemente ‘lo habitual’.
Equipo de realización
Entrevistadora: Zhenya Popova
Operador de Cámara y montaje: Txatxe Saceda