Datos biográficos
Fernanda Gómez Revuelta nació el 19 de febrero de 1928 en el pueblo de Vargas, ubicado en el municipio de Puente Viesgo, comarca de Valles Pasiegos. Fue la menor de los once hijos e hijas de Indalecia y Antonio. Criada en un entorno rural, su familia dependía principalmente de la venta de ganado y leche para subsistir, ya que su padre trabajaba como tratante de ganado y vendía leche en la Cooperativa Lechera SAM, además de cultivar las tierras.
La asistencia a la escuela se vio limitada por las responsabilidades familiares, como cuidar las vacas en el monte o ayudar en las tareas del hogar y del campo a sus hermanas y padres. También contribuyó al sustento familiar, en sustitución de su padre, trabajando en un puesto de recogida de leche en la Cooperativa Lechera SAM. Al igual que una hermana, trabajadora de la fábrica de achicoria de Vargas.
Recibió su formación académica en la escuela de niñas de Vargas, donde estudió bajo la tutela de dos maestras, doña Dolores y Ángeles, hasta los 14 años. También participó en la catequesis en la iglesia local dirigida por el cura don Jesús junto a las catequistas Elvira y Emilia. Después de sus estudios, asistió por un breve tiempo y «con poco interés, solo para divertirse» a clases de costura «sobre papel» con Avelinda Ceballos Ruiz en Las Presillas.
Recuerda los difíciles tiempos de guerra, marcados por los bombardeos, la presencia de tropas italianas, la angustia de buscar refugio y el impacto en sus seres queridos que fueron detenidos o enviados al combate. También reflexiona sobre las duras secuelas de la posguerra. A pesar de las dificultades, conserva vivencias marcadas por la solidaridad familiar y el sentido de comunidad en su pueblo.
Rememora con emoción su paso por la Sección Femenina durante su juventud, así como las labores diarias y las festividades tradicionales, como la celebración de San Sebastián con La Perola. Fue en este ambiente festivo, en los bailes dominicales de Vargas, en el local actual de La Perola —donde «el ciego Sierrapando tocaba música»—, donde conoció a su esposo, Manuel, oriundo de La Penilla.
Se casaron en noviembre de 1958, tras seis años de noviazgo, en la Iglesia de Santa María de Vargas. La pareja se estableció en el pueblo de Vargas con los padres de Fernanda y sus tres hermanos. Allí criaron a sus cinco hijos e hijas, traídos al mundo con ayuda de las parteras Gabina y Virginia. Su sustento provino del trabajo en el campo y la ganadería, complementado por el empleo de Manuel como obrero y jardinero en la fábrica de Nestlé en La Penilla. Fernanda también contribuyó con el trabajo en el puesto de leche hasta el nacimiento de su tercer hijo. Además, asumió las responsabilidades del hogar y el cuidado de sus hijos y padres en momentos de dificultad, especialmente relacionados con problemas de salud.
En 1994 Fernanda enviudó. En la actualidad, a sus 96 años (2024), continúa residiendo en su hogar, donde cuenta con el apoyo incondicional de sus cinco hijos e hijas. Reconoce que se siente “una privilegiada” por disfrutar de la compañía de ellos y de sus seis nietos/as, su bisnieto y sus yernos y nueras. Su familia, unida y fuerte, es su mayor sostén.
Equipo de realización
Entrevistadora: Zhenya Popova
Operador de Cámara y montaje: Txatxe Saceda