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Datos biográficos
Fecha de nacimiento: 12/03/1931
Nacionalidad: Española
Comarca de residencia: Campoo-Los Valles
Fecha de la entrevista: 29/08/2024

Octavio Sierra Gutiérrez nació el 12 de marzo de 1931 en Las Rozas de Valdearroyo, un municipio cántabro con una fuerte tradición agrícola, ganadera y minera. Su familia, que había residido en la localidad de Quintanilla durante la década de 1920, se trasladó posteriormente a Medianedo, donde nacieron Octavio y su hermano en 1928.

Fue en esta época, a finales de los años veinte, cuando su padre encontró empleo en La Naval, una histórica factoría siderúrgica ubicada en Reinosa. Inaugurada en 1918 dentro de la Sociedad Española de Construcción Naval, la planta desempeñó un papel clave en la industria metalúrgica y naval de la región. Su crecimiento impulsó el empleo en la comarca de Campoo-Los Valles.

A principios de la década de 1930, en plena Segunda República Española, la familia se trasladó durante unos años a Requejo, donde nació su hermana Virginia. Octavio inició su educación formal a los cinco años en la escuela de Requejo y, a partir de los siete hasta los catorce, continuó sus estudios en Medianedo, donde compartió aula con niños de localidades cercanas como Quintanilla y La Magdalena. Su formación estuvo marcada por las dificultades de la Guerra de España ya que, aunque las clases persistieron, las alertas de bombardeos provenientes de La Naval interrumpían la enseñanza y obligaban a los niños a resguardarse en refugios cercanos. Un hecho que dejó huella en su memoria fue la detención del maestro, don Pablo Muñoz, por razones políticas, un episodio que generó una fuerte reacción en la comunidad escolar, que exigió su regreso.

Octavio también recuerda el impacto de la guerra en su entorno inmediato: los desplazamientos de tropas y los combates en las cercanías de su localidad, la presencia de soldados italianos en la región y los pequeños gestos de humanidad en medio del conflicto, como cuando los soldados compartían su comida con los niños. También el apoyo y la solidaridad local se hizo evidente entre algunos vecinos y en figuras como Manuela, una partera que arriesgó su seguridad ayudando a soldados asturianos heridos. En este contexto, su propio padre, Antonio Sierra, fue reclutado forzosamente para excavar trincheras en Asturias bajo las órdenes del ejército republicano.

Octavio vivió en un entorno donde el trabajo era esencial para la subsistencia familiar, por ello, alrededor desde los 15 años, trabajó junto a su primo en la construcción de la presa del Ebro en la zona de Valdearroyo. Durante varios meses, Octavio colaboró como pinche, ayudando a los carpinteros en la obra y transportando materiales como alambre, yeso y madera para el encofrado de túneles y muros. Durante este tiempo, Nicolás Calderón, su maestro carpintero, le enseñó los fundamentos del oficio, mientras Octavio recibía un jornal de 10 pesetas. Además, tuvo la oportunidad de interactuar con varios presos provenientes de Bilbao y Asturias, quienes formaban parte de grupos de trabajo forzado y vivían en barracones en Arroyo, mientras soportaban condiciones extremadamente duras.

En 1938, tras la Guerra de España, la familia regresó a Quintanilla de Valdearroyo, donde vivieron hasta que, en mayo de 1947, se notificó el cierre de las compuertas del embalse y la inminente obligación de abandonar las viviendas. Esto forzó a la familia Sierra, al igual que a muchas otras de localidades como Medianedo, Quintanilla de Valdearroyo y La Magdalena, a dejar sus hogares antes de que quedaran sumergidos. Ante esta situación, a principios de los años 50, la familia Sierra se trasladó a Quintanilla de Polledo, una pequeña aldea que, con el tiempo, quedó aislada por el embalse y que hoy está despoblada. Ubicada en la península de La Lastra (Las Rozas de Valdearroyo), en este nuevo entorno, su padre y sus hermanos trabajaron en las minas cercanas, mientras que su madre, Virginia, además de encargarse del hogar, las labores agrícolas y el cuidado del ganado, realizaba en temporada labores agrícolas para el alcalde de Requejo.

Durante su estancia en Polledo, Octavio se dedicó a las labores agrícolas y ganaderas junto a su familia. En abril de 1953, fue llamado a filas como parte de la ‘quinta del 52’. Realizó la instrucción en Elizondo, en el Valle de Baztán, Navarra, y luego prestó un año de servicio militar en Pamplona, finalizando su periodo de servicio y siendo licenciado en 1954.

A los 22 años, Octavio decidió probar suerte en Bilbao durante la temporada de invierno. Allí comenzó a trabajar en la construcción para un contratista local, junto a otros paisanos de su zona. En poco tiempo, fue ascendiendo de peón a ayudante de carpintero y, finalmente, a encofrador profesional. Aunque le iba bien, una carta de su madre solicitando su apoyo le llevó a regresar a su tierra natal en 1954.

Tras su regreso, comenzó a trabajar junto a su hermano en la ganadería, centrado en la cría de corderos y vacas. En 1961, impulsaron la construcción de una cuadra y, a lo largo de los años, ampliaron su ganado, alcanzando un total de más de 40 vacas y 60 ovejas. En la década de los 60, la venta de casi 80.000 pesetas a tratantes de ganado representó un importante alivio para la familia, especialmente para su madre, quien vio en esta transacción un reconocimiento al esfuerzo y sacrificio durante años de lucha por la subsistencia.

Tras la pérdida de sus padres en los años 70, Octavio continuó trabajando en la ganadería durante casi tres décadas más. Finalmente, tras el fallecimiento de su hermano, se retiró en 2015, después de haber dedicado 61 años a esta profesión. Aunque se retiró a los 65 años, su vínculo con el campo nunca desapareció y sigue cultivando sus tierras en Polledo y llevando una vida activa, lo que considera fundamental para su bienestar.

Octavio, quien en la actualidad (2024) se aproxima a los 94 años, reside en Orzales, acompañado de su pareja, Josefa, nacida en Reinosa. A pesar del paso del tiempo, su vínculo con el campo y su energía permanecen intactos, como él mismo expresa: “Cada día que pasa, tengo más ganas de haber nacido”.

Equipo de realización

Entrevistadora: Zhenya Popova
Operador de Cámara y montaje: Txatxe Saceda