Datos biográficos
Milagros Revuelta Fernández
Milagros Revuelta Fernández nació el 4 de marzo de 1926 en la casa familiar en Tanos. Sus padres, Joaquín y Milagros, trabajaron para la familia Collado; su padre en el almacén de piensos de Hermanos Collado en la Plaza del Grano de Torrelavega, y su madre como cocinera. La economía familiar se sostenía además con el trabajo de campo, las ventas en el mercado y la ganadería. Fue la primogénita, pero creció con tres hermanos: dos varones y una mujer, compartiendo una niñez llena de responsabilidades, entre ellas, buscar agua en la fuente, lavar en el río, cuidar del ganado, ir al molino de Viérnoles o vender en el mercado de Torrelavega.
Durante la Guerra Española, la vida en Tanos se volvió muy difícil; Milagros y su familia, junto con los vecinos, se refugiaban en las minas de Reocín para protegerse de los bombardeos. Estos años, marcados por el miedo y la incertidumbre, también vieron el nacimiento de su hermano. Un aspecto destacado en la vida de Milagros es el legado de su abuela paterna, la tía Luisa, una partera conocida por su dedicación a asistir a los partos y ayudar a los pobres. Su influencia dejó una huella duradera en Milagros, convirtiéndose en una figura relevante en su vida.
A los 7 años, Milagros recuerda vívidamente su primera comunión en la ermita de Santa Ana, un lugar que sería significativo en muchos momentos de su vida. Comenzó su educación formal a los 6 años en la escuela nacional cerca de la ermita, hoy convertida en el centro cívico de Tanos, donde destacó en costura bajo la enseñanza de doña Fidela. Más tarde, continuó sus estudios en Torrelavega, perfeccionando sus habilidades, lo que le permitió coser para su hogar y colaborar durante un tiempo con una modista. Sin embargo, su educación formal fue interrumpida a los 12 años, pues su madre necesitaba ayuda porque “en casa había mucho que hacer”.
Recuerda con cariño las fiestas de Santa Ana y Las Nieves, así como la vida social en Tanos, centrada en la bolera cercana a la ermita, donde la vecindad se reunía para bailar y tocar. A los 14 años, fue invitada a unirse al Grupo de Danzas Virgen de las Nieves de Tanos durante la presidencia de Maximiliano Obeso, formando parte de la generación del 35 y 45 del grupo. Como “no se le daba el baile”, Milagros participó como panderetera. Asistió a los ensayos en la Tabernuca y tuvo la oportunidad de viajar por Cantabria y otras partes de España, participando en numerosos eventos, incluida la película Ochentanos, años más tarde.
En su juventud, Milagros conoció a Daniel Setién, originario de San Roque de Riomiera, quien asumió la ganadería familiar a los 14 años tras la muerte de su padre. Se encontraron en su juventud al coincidir a diario en su ruta: él vecino de Sierrapando y Milagros asistía a la costura en ese mismo pueblo. En 1949, estos encuentros culminaron en su boda en misma ermita de Santa Ana, que fue testigo de otro momento crucial en su vida. Tuvieron tres hijos: Rosa María, nacida en 1950; Daniel, que nació en 1953 y falleció al año; y Yolanda, en 1966. Juntos compraron una nueva casa y se dedicaron a la ganadería, especialmente toros y vacas de recría, además de cultivar “42 carros de tierra”, llegando a contratar por temporadas obreros, y a cultivar tabaco que vendían a la Tabacalera de Santander. Daniel también trabajaba como obrero en SNIACE. Por su parte, Milagros se dedicaba a la crianza y al cuidado de la familia, encargándose del cuidado de su suegra en su vejez y de su madre, junto a su hermana. En 2012, Milagros enviudó, tras más de seis décadas de “feliz matrimonio”.
En la actualidad, a sus 98 años, reside junto a su hija y disfruta de la compañía de sus dos hijas, tres nietas y un nieto. Su vida refleja la historia y la cultura de Tanos, y desde su casa observa con nostalgia cómo su pueblo ha cambiado con el tiempo. Al mirar atrás, reconoce que “ha sido feliz” y que “no fuera malo volver atrás y que le quiten años”.
Equipo de realización
Entrevistadora: Zhenya Popova
Operador de Cámara y montaje: Txatxe Saceda