Datos biográficos
Martina nació hace 104 años (2022) el día de San Martín, 11 de noviembre de 1918, en el pueblo de Tierzo, al sur de la comarca de El Señorío de Molina, provincia de Guadalajara.
Describe su infancia y juventud en su pueblo de labradores, en unión con la vecindad y su familia, compuesta por sus padres, Petra y Felipe, y sus dos hermanos y cuatro hermanas.
Estudió enfrente de su casa, en la escuela nacional con el maestro don Valentín, hasta los 14 años, después aprendió corte y confección con la hermana del cura.
Su juventud, marcada por los bailes, en especial las fiestas de San Roque o Pascual, la condujo con 17 años a su primer amor del que se separó al tiempo.
En 1936 viajó por turismo a Barcelona con sus amistades y permaneció allí tres años debido al estallido de la guerra de España. En este periodo, que describe como “un mal recuerdo”, fue acogida por una familia de clase social acomodada y se refugió en el pueblo de Roca; “pasando mucha hambre” y pudiendo comunicarse una sola vez con su familia a través de Cruz Roja, pues se encontraban en zonas opuestas.
Para poder emprender su viaje de regreso a Tierzo, con 21 años, tuvo que vender ropa y telas, pues su dinero republicano no era válido en la zona controlada por los golpistas. Fue un largo viaje “en un coche de soldados hasta Molina de Maranchón”, desde donde continuó en carro hasta Tierzo, pero su llegada se festejó “tirando la casa por la ventana”.
Su segunda década de vida estuvo marcada por la enfermedad de pleura —tras lo que le extirparon el pulmón afectado—, la muerte de su padre por pulmonía y el doloroso duelo y luto y, por suerte, un nuevo amor, Mariano López, que surgió tras un baile en la fiesta del pueblo. Aunque el servicio militar les separó por largos meses, volvieron a encontrarse y juntos marcharon a la capital catalana.
Mariano trabajó como empleado de Correos y ella como camarera-dependienta en la chocolatería Lezo, ubicada entre La Rambla y Balmes. Tras cuatro años de trabajo y un periodo de estancia en Tierzo, comenzó a trabajar como dependienta en la tienda de la sede central de Frigo, empresa de helados, hasta que a finales de los años 50 se casó con Mariano. Tras ello se dedicó al trabajo del hogar, ubicado cerca del hospital San Rafael, a la vida matrimonial, familiar y a sus amistades. En 1996 sufrió la pérdida de su marido, un duelo que superó gracias al apoyo de sus amistades y familia.
Tras ocho décadas viviendo en Barcelona y numerosos veraneos en Cantabria, a los 102 y con motivo de la pandemia Covid-19, se estableció en Colindres donde convive “muy feliz” con Amparo, su hermana pequeña, y el marido e hijo de ella. Su extensa trayectoria de 104 años dice haberla llevado —a pesar de sus problemas de salud— «sin abusar de nada, andando mucho, y siendo buena persona” y en definitiva “satisfecha de lo hecho”.
Equipo de realización
Entrevistadora: Zhenya Popova
Operador de Cámara y montaje: Txatxe Saceda