Datos biográficos
Maria Sagrario nació en la cuesta de la Atalaya de Santander en febrero de 1947. Su madre, de quién tomó su nombre, era oriunda del pueblo burgalés de Arija y trabajaba en «sus labores de casa». Su padre, Pedro, dedicó su vida profesional a la navegación hasta que finalmente se jubiló como estibador portuario. Fue la mayor de tres hermanos, una mujer y dos varones. Su infancia transcurrió en la calle cuesta de la Atalaya hasta los 7 años de edad entre juegos, momento en que se trasladó con su familia a Campogiro. Aquí estuvo hasta los 16 años y se formó en EGB, tras haber estudiado hasta los 14 años en la escuela nacional San Joaquín, «con monjas seglares y cerca de la fábrica de loza», donde recibió una formación religiosa de la mano de monjas operarias misioneras.
A los 14 años comenzó a trabajar cuidando de sus primos tras lo que encontró trabajo en la fábrica de borras de la calle del Monte. Ahí trabajó asegurada hasta 1964 preparando material de fibra para telas que posteriormente eran enviadas a Barcelona.
En su juventud se formó «por obligación» en la calle Burgos, Santander, en la Sección Femenina durante seis meses. Y en 1965, a los 18 años, comenzó a trabajar en la Tabacalera (denominada así desde 1945), una fábrica situada en la calle Alta, en lo que fue el Convento de Las Clarisas y enfrente del antiguo Hospital San Rafael. Trabajó como técnica en las máquinas y en los últimos 5 años como servicio de limpieza. A los 55 años, en 2022, se prejubiló, pues tras la privatización de la Tabacalera, se trasladó la fábrica al pueblo de Entrambasaguas, donde continúan elaborando puros y cigarros.
A lo largo de su etapa laboral recuerda numerosos cambios internos en plantilla, derechos y sororidad entre las trabajadoras. Indica que “daban ambiente a la calle», así como promovían huelgas y manifestaciones con el apoyo de algunos sindicatos como UGT, CCOO y USO. Además, participó en el Grupo Empresa de la fábrica.
Residió con su familia en la calle Virgen del Mar en la Albericia en una casa para portuarios, hasta que en 1968 se casó con Lucio B. en 1968 en la iglesia de San Joaquín, Campogiro.
Tras dejar el trabajo en 2002 por el ERE, con los 55 años, dedicó su tiempo a la familia y a viajar por distintos países. Además, ha entregado su tiempo a colaborar con entidades sociales como Cruz Roja, Ayuda en Acción, e incluso llegó a tomar el cargo de presidenta unos meses en la asociación Proyecto Hombre a finales de los años 90.
Sus años de matrimonio le dieron un nuevo rol en la familia: el de madre de una hija y un hijo, y el de abuela de seis nietos y nietas. En la actualidad, convive con su nieta Paula y su marido en el barrio Alisal de la comarca santanderina. Una de sus grandes aficiones ha sido viajar al extranjero y por España, y a día de hoy continúa realizando numerosas actividades gestionadas por el Grupo Empresa con sus compañeras, además de disfrutar de las charlas cada miércoles junto a ellas. Indica que a pesar de las dificultades a lo largo de su recorrido, “tiene mucha fe, y eso le da vida”.
Equipo de realización
Entrevistadora: Zhenya Popova
Operador de Cámara y montaje: Txatxe Saceda
