Datos biográficos
Benigna Carmen Joaquina nació el 3 de abril de 1917 en un caserío de Hazas de Cesto, en un entorno rural de prados y montes. Fue la segunda de los hijos de María Uslé, una partera que brindaba sus servicios de forma voluntaria en los pueblos del Ayuntamiento de Bárcena de Cicero, y Pedro Pérez, labrador y miembro de la Junta de Moncalián. La economía familiar se basaba en el cultivo de las tierras y en la cría y pastoreo de ovejas y vacas, actividades que exigían un esfuerzo constante por parte de Joaquina y su familia. Durante su infancia, pasó tiempo en casa de su abuela materna y se crió junto a cuatro hermanos y una hermana.
Su educación primaria comenzó en una modesta escuela localizada en el antiguo cuartel civil de Moncalián. Posteriormente, gracias al patrocinio del Marqués de Valdecilla, tuvo la oportunidad de continuar sus estudios en una nueva escuela hasta los 14 años. Bajo la tutela de su maestra, Gloria Sanz, Joaquina no solo adquirió conocimientos académicos, “las cuatro reglas”, sino que también participó activamente en actividades como obras de teatro y demostraciones de devoción a la Virgen María durante el mes de mayo, cuyos versos aún recuerda con cariño. Su infancia y adolescencia transcurrieron entre las labores en la tierra y el cuidado del ganado junto a su familia.
De su juventud, Joaquina rememora los desafíos de la guerra y la posguerra en Moncalián, así como sus lecciones de costura con una modista en Ambrosero. Recuerda los animados bailes en Beranga y Gama. Después de tener varios pretendientes, decide unirse en matrimonio a los 23 años con Enrique Castillo, natural de Gama. Juntos, establecieron su hogar en Gama, erigiendo una casa en un terreno que heredaron de sus padres. Ambas familias les brindaron el apoyo necesario para iniciar su nueva vida, facilitándoles vacas para comenzar. Dedicados a la labranza y a la venta de ganado y leche para la fábrica de Nestlé en La Penilla, Joaquina y Enrique trabajaron arduamente para sostener a su creciente familia. Mientras Enrique se ocupaba del ganado y de arar las tierras con una pareja de bueyes, Joaquina se encargó del trabajo de hogar y de la crianza de sus dos hijos y tres hijas.
Los hijos de Joaquina y Enrique continuaron trabajando junto a sus padres en esta labor, dedicándose al cuidado del ganado lechero, la recolección y venta de leche a fábricas como Nestlé y Morais.
Joaquina dedicó su vida al trabajo, sin contar con aportes al sistema de seguridad social. Cuando su esposo alcanzó la edad de jubilación a los 65 años, decidieron vender el ganado. Cuatro años después, al enviudar, Joaquina residió con sus hijas, yernos y su hijo menor en diferentes lugares durante períodos de tiempo variables. En junio de 2022, tras fracturarse la cadera, ingresó en la residencia Colisée de Puente Viesgo, donde recibe actualmente los cuidados necesarios.
Al hablar sobre sus 107 años de vida, Joaquina destaca su amor por su amplia familia, que incluye bisnietos y tataranietos, y expresa su gratitud porque «todo el mundo se porta bien con ella». También valora su serenidad, sabiendo que no ha causado daño a nadie, y solo desea la felicidad para quienes la rodean.
Equipo de realización
Entrevistadora: Zhenya Popova
Operador de Cámara y montaje: Txatxe Saceda