Datos biográficos
Antonio nace en julio de 1933 en la casa de su familia, que es su actual residencia de Alceda, un pueblo ubicado en el valle de Toranzo, en la margen del río Pas.
Su infancia se vio interrumpida por la guerra española entre “derrumbamientos, refugios, bombas y soldados” y una posguerra de “instrucción con camisa azul y pantalones grises” y juegos de calle entre restos explosivos de la guerra, como obuses de artillería, e historias en voz baja sobre los maquis. Los padres de Antonio, alcedanos y con 3 hijos, permanecieron en el lugar desde la guerra española dedicándose a la ganadería y a la huerta familiar.
En 1939, Antonio se incorporó a la escuela nacional de Alceda hasta sus 12 años, una escuela segregada con bancos para más de 60 niños de distintas edades, en la que «con una pizarra y un pizarrín” aprendían a escribir y hacer cuentas y “con un libro leían todos” bajo la voz del maestro con un “que pase al siguiente”.
Su padre, Laureano Escudero, había servido como camarero en Madrid desde niño hasta el estallido de la guerra española, en el café Molinero de la Gran Vía, así que Antonio siguió sus pasos y en 1946, con 13 años, marchó solo a Madrid a trabajar en una cafetería céntrica. Antonio relata numerosas anécdotas, pues en ese tiempo residió solo en un apartamento de la calle Ponzano y en su trabajo “de horario continuo y sin condiciones laborales”, él se encargaba de fregar y hacer recados y, finalmente, con los años, de atender clientes; en definitiva “hacía lo que le mandaban”. Los años de juventud los recuerda también con amistades, primeros amores y ocio en la sala de fiestas Barceló o en el Teatro Circo Price; como él resume “con 13 años me defendí como pude, yo creo que fui valiente”.
En 1953, realizó el servicio militar en el Regimiento Ingenieros Militares Zapadores en Villaverde (Madrid) en donde durante 16 meses sirvió en el economato y en una granja con ganado lechero. Tras el servicio, regresó de visita a Alceda y se quedó porque “anhelaba lo que había visto desde chiquillo”. Con 27 años, en 1960, se casó en la iglesia de San Pedro en Alceda con Antonia Arija, oriunda de Melgar de Yuso. Al año siguiente nació su primer hijo, tras lo que tuvo tres hijos y dos hijas más “que sacó adelante a base de pan y leche” y una relación de “amistad”.
A finales de los años 70, también participó durante 4 años como concejal en el ayuntamiento de Corvera de Toranzo con la Unión de Centro Democrático (UCD).
Durante su adultez, desde los 27 hasta los 64, trabajó como camarero en terraza en el Café Victoria. Al tiempo que junto a su mujer mantenía una economía mixta, propia de la época, pues tenían ganadería lechera y vendían leche a la empresa láctea “El buen Pastor”. En ese período fue socio de una cooperativa de ganaderos y agricultores de Osorno. Antonio se jubiló “por agraria, como autónomo”, a los 65 años.
En marzo de 2020 enfermó gravemente por coronavirus, COVID-19, siendo uno de los “primeros en ingresar” y se recuperó como “por milagro” y gracias a la “labor de los médicos y enfermeras” tras una dura lucha de casi dos meses ingresado, dos ingresos y meses de recuperación en casa con oxígeno que ha dejado secuelas.
En la actualidad, Antonio reside solo, pues enviudó en diciembre del año 2000, aunque está en buena compañía de sus 6 hijos, 8 nietos y amistades del valle. Su trayectoria la vivió “sin envidias ni egoísmo” y nos la comparte con vivencias arraigadas a su tierra natal y a la capital que le acogió.
Equipo de realización
Entrevistadora: Zhenya Popova
Operador de Cámara y montaje: Txatxe Saceda
