Datos biográficos
Vicente García nació en 1948 en la calle San José de El Astillero, un municipio cántabro ubicado al pie de Peña Cabarga, bien conocido por su rica historia naval. Fue el tercer y último hijo de una familia formada por un obrero mecánico ajustador que trabajaba en Los Astilleros de Santander, Luis García, apodado “Titi”, y Josefina Llorente, peluquera y ama de casa.
La vida de Vicente ha estado profundamente ligada al mar, una de sus tres grandes pasiones. Una pasión que se remonta a sus juegos infantiles en la barca Jolevi de su abuelo, que siguió cultivando en sus propias embarcaciones, La Virgen del Monte y Planchada, y que le valió el apelativo de ‘Cordobés de las Corvinas’. Desde niño, fue miembro de la Peña de los Pescadores, llegando a ocupar su presidencia a comienzos de la década de 2010, así como asiduo participante en las procesiones de la Virgen del Carmen.
Vicente recuerda una infancia y juventud ajetreadas en El Astillero: clases en el colegio Fernando de los Ríos, fútbol, remo en bateles y aventuras como la caza con cepos o las batallas entre pandillas. Fue en una de aquellas donde sufrió, a la edad de seis años, un impacto de perdigón que le ocasionó la pérdida de un ojo y la consiguiente imposibilidad de cumplir con el servicio militar.
Su incursión en el fútbol comenzó en el redondel de El Astillero; continuó en los juveniles de la Unión Club hasta los diecisiete años y se mantuvo en partidos organizados por el Instituto Social de Tiempo Libre en las playas del Sardinero. Luego, dio el salto al fútbol sala, para convertirse en el portero de El Cantabria, un equipo de El Astillero que competía en primera división.
Su formación continuó en la Academia Puente, donde se especializó en Comercio Práctico. Entre los 16 y los 20 años trabajó en la gestoría Diego de la calle Lealtad de Santander y en la asesoría-gestoría Ayllón. En 1971, se unió a Instalaciones y Montajes Industriales (IMI), una empresa bilbaína subcontratada por Astander S.A., en la que desempeñó diversos oficios: administrativo, soldador, pañolero y ordenanza, a lo largo de una trayectoria de treinta años, en la que fue testigo o actor de acontecimientos como la explosión del Okeania o la oleada de huelgas motivadas por la reconversión industrial. Obtuvo la prejubilación en 2001, con 52 años, y, finalmente, se jubiló en 2013.
Alentado por su padre, Vicente se embarcó en la que, sin duda, ha sido su gran pasión: la música. A los catorce años, comenzó a cantar en romerías y se estrenó en el club Selva Negra. A los dieciséis se incorporó al coro Astander, junto con su hermano, y, un año después, inició su carrera como voz solista en su primera formación, Los Kekos, con quienes participó en un documental realizado por Luis Gutiérrez Espada (1967). En 1968, se integró en Los Galeotes, una banda que tomaba su nombre de la pieza teatral de los Hermanos Álvarez Quintero y que debutó en el festival del Gran Casino del Sardinero. La carrera de Los Galeotes fue breve pero intensa, pues ganó la Guitarra de Oro en el Festival Nacional de Conjuntos celebrado en Gijón en 1969 y llegó a grabar una maqueta con la discográfica Hispavox. La disolución de Los Galeotes, resultado del cumplimiento del servicio militar por parte de sus integrantes, llevó a Vicente a convertirse en cantante solista de la orquesta Los Corimbos, con la que actuó durante 24 años en la sala de fiestas del Hotel Chiqui
A los 60 años, decidió retirarse de los escenarios, pero menos de una década después, regresó a ellos de la mano de grupos como Versión y Millenium, llegando a lograr la rearticulación de Los Galeotes. Entre 2017 y 2019, volvió a actuar en salas, participó en dos festivales y en la grabación de un disco de grupos musicales montañeses de los 60, como parte de iniciativas promovidas por la asociación cultural Diamantes Musicales.
Respecto a su vida privada, Vicente contrajo matrimonio en 1973 con Ramona. Tuvieron dos hijas y convivieron durante 21 años hasta su divorcio en 1994. A excepción de un breve periodo en Santander, ha residido casi toda su vida en su localidad natal. Su arraigo en la comunidad obtuvo el reconocimiento de la Peña de los Amigos de la Fuentuca, que le rindió homenaje en 2016. En la actualidad, vive en Mogro con María del Carmen, con quien contrajo segundas nupcias en 1997.
En la actualidad, continúa disfrutando de la tercera de sus grandes pasiones, la caza, en la que acumula 58 temporadas desde la obtención de su licencia a los quince años. Al reflexionar sobre su trayectoria, Vicente señala que sigue haciendo lo que le gusta y que se siente satisfecho «con el 90% de lo que ha hecho».
Equipo de realización
Entrevistadora: Zhenya Popova
Operador de Cámara y montaje: Txatxe Saceda