Datos biográficos
Herminia Merino Arroyo nació el 31 de julio de 1930 en Valencia y fue la primogénita de cinco hermanos y hermanas. Durante sus primeros seis años residió en el barrio marinero Cabanyal (Valencia). La guerra española condujo a su familia a buscar refugio en el campo, un periodo que marcó su infancia y dejó una huella indeleble en su memoria. La vida de Herminia tomó un giro tras la guerra, cuando su padre, Emilio Merino, fue despedido de su puesto como guardia municipal debido a su postura «desafecta al régimen». Este hecho condujo a la familia a regresar a Valderredible, su lugar de origen, cuando Herminia tenía nueve años. Allí, gracias al respaldo de familiares, aseguraron su subsistencia trabajando las tierras y criando ganado.
Tras un periodo de guerra sin enseñanza formal, Herminia asistió a la escuela local en Bustillo del Monte hasta los 14 años. Allí aprendió con doña Victoria, además de maestros como don Simón o don Anastasio. Tras finalizar los estudios, acudió a estudiar costura, tanto con Rosita como en el pueblo de Bárcena. Rememora cómo el espacio escolar funcionaba como punto de encuentro para el concejo y cómo aquellos muros también eran testigos de los bailes dominicales, donde la pandereta marcaba el ritmo en su juventud. Este versátil lugar sigue siendo un centro de reunión comunitaria, ahora convertido en el centro cultural ‘El Chigri’, en donde la Sociedad ‘Bustillo el Chigri’ a la que pertenece su hermano Ignacio, impulsa numerosas actividades y eventos destinadas a preservar y difundir la cultura de Bustillo del Monte.
Herminia arraigó en Bustillo, en donde recuerda una posguerra marcada por el estraperlo y las responsabilidades que asumió como primogénita junto a su madre. Esto se debió a la ausencia de su padre durante los inviernos, cuando partía hacia Bizkaia en busca de oportunidades laborales para sostener económicamente a la familia. Ya en las raíces de Herminia, la genealogía se entretejía con la historia de sus abuelos, como Sotero Merino y José Arroyo, quienes traían consigo relatos de migración laboral y supervivencia. Su abuelo paterno, en particular, vivió experiencias peculiares, con viajes a Francia o a Estados Unidos.
Herminia marchó a los 21 años a Madrid a servir a una casa durante la temporada de invierno. Posteriormente, durante aproximadamente cinco años, estuvo empleada bajo la supervisión de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl en el sanatorio de Malvarrosa (Valencia). Inicialmente, desempeñó tareas en la cocina y luego se dedicó a la limpieza y la atención como «chica de sala». En 1957, en pleno periodo de migración laboral a Francia, Herminia recibió una oferta de empleo en París, donde trabajó como “bonne à tout faire», desempeñando trabajos domésticos para distintos miembros de una familia de comerciantes judíos hasta su jubilación. Después de un tiempo de correspondencia amorosa con José Gutiérrez Arroyo, se casaron en octubre de 1960 y se establecieron juntos en el país. A lo largo de seis décadas, residieron allí y tuvieron a su hija e hijo, quienes actualmente continúan viviendo en Francia.
La vida en el extranjero no estuvo exenta de desafíos y los problemas de salud de su marido, quien perdió casi por completo la vista, motivaron su regreso a Bustillo del Monte. En la actualidad, a sus 93 años “y medio” de edad, reside cerca de su familia y amistades. Dedica su tiempo a acompañar a su marido, a disfrutar de partidas a las cartas y a plasmar en poesía los recuerdos que se originan en su pasado «rojo», marcado por la historia de España y la tragedia que dejó “una profunda huella en su familia».
Equipo de realización
Entrevistadora: Zhenya Popova
Operador de Cámara y montaje: Txatxe Saceda