Datos biográficos
José María González Hoyos nació el 19 de abril de 1948 en Villanueva de las Rozas, Ayuntamiento de Las Rozas de Val de Arroyo, Comarca de Campoo Los Valles. A los dos años, se mudó a Celada-Marlantes, Ayuntamiento de Campoo de Enmedio, cerca de su familia materna. Allí trabajaba su padre, Victor, ex ferroviario y ex operario de minas, como barrenero en la cantera de Sopeña. La madre de José María, Sofía, se ocupaba de las labores domésticas y de cuidado en una familia que crecía con la llegada de su hermana. Su formación educativa comenzó en la escuela rural mixta de Celada-Marlantes desde los seis hasta los 12 años, combinando el estudio con labores en el campo y momentos de entretenimiento como el fútbol, el teatro y las fiestas del pueblo, como el día de Los Procuradores. A finales de 1960, emprendió sus estudios de Bachillerato como interno en el Colegio San José, de Los Menesianos, ubicado en Nanclares de la Oca, cerca de Vitoria. Allí comenzó “el año más feliz de su vida”, su discernimiento en la vida religiosa y su año de noviciado, para posteriormente hacer tres años de escolasticado. Esta formación académica y teológica, que recuerda “excelente”, era su camino de preparación para el sacerdocio, pero lo acompañó con su formación de Magisterio.
A los 23 años, después de emitir sus votos temporales como miembro de la Orden de Los Mesianos, conocidos formalmente como los Hermanos de la Instrucción Cristiana de Ploërmel (FICP), comenzó a trabajar durante tres años en el colegio Berrio Otxoa de Bilbao. A los 26 se muda a la capital en donde trabaja tres años en el Colegio Mesiano de Madrid. Durante ese tiempo compaginó su labor en las aulas con su labor como entrenador de baloncesto. Con 29 años, en 1978, tomó la decisión de salirse de la orden religiosa y, con el apoyo de su familia, comenzó una nueva etapa que se vio interrumpida por el servicio militar de tres meses en Araca, Vitoria. Posteriormente, retomó su labor docente en la capital madrileña: medio año en el colegio Santa Cristina y durante 34 años, hasta su jubilación, en un centro concertado-católico, el Colegio Santa Rita. Tres décadas en las que se formó y amplió con dos especialidades: Música e INEF (Ciencias de la Actividad Física y del Deporte), llegando a entrenar diversos equipos de baloncesto al tiempo. Los años de docente, una profesión que desarrolló por “vocación”, los resume como un “fabuloso recuerdo”.
Desde joven, José María ha sido un apasionado de la música, influenciado por sus padres que también cantaban. Su participación fue activa en diversas agrupaciones corales y, desde los años 70 hasta el 2000, cantó como barítono en los coros Peñas Arriba, Paz en Terris y Federico García Lorca, todos ellos situados en Madrid.
Una vez jubilado en 2013, retornó a Reinosa y se alojó en el piso de su familia, donde comparte tiempo con su hermana Begoña. José María es ya parte activa de la comunidad, asiste a las actividades del Centro Social de Mayores de Reinosa y participa en el coro Orfeón de Reinosa. A lo largo de los años, José María ha establecido una tradición especial: cada domingo, en compañía de un querido amigo, un Hermano Menesiano, se dirige a dos pueblos próximos al pantano del Ebro. En estos servicios, se celebran misas no consagradas, y José María contribuye a la ceremonia con su canto y su habilidad en la flauta. Esta dedicación es su forma de ofrecer un significativo “servicio a la Iglesia y a la comunidad». A sus 75 años de edad (2023) y experiencias sostiene que “el tiempo va muy deprisa” y destaca la trascendencia de «superarse, mantener una buena relación consigo mismo y vivir en paz y amistad con todos».
Equipo de realización
Entrevistadora: Zhenya Popova
Operador de Cámara y montaje: Txatxe Saceda